clase 15/04 Y 16/04 (Continuidad Pedagógica) E.E.S. N° 184.
Profesora: Gonzalez, Karen.
curso: 1°B
Turno: Tarde.
El tiempo histórico en las Ciencias Sociales
El tiempo histórico es el que hace comprensibles las transformaciones que se producen en una sociedad y permite establecer periodizaciones e interrelaciones entre pasado, presente y futuro. Así incorporamos una mirada que supera la visión de la Historia como lineal, como si fuera nada más que una cronología o una sucesión de acontecimientos y en cambio, planteamos que hay muchos procesos (y no sólo uno) y distintas duraciones (tiempo corto, medio y largo) en el devenir histórico de las sociedades.
actividad 1
a. Leé el siguiente texto y subrayá con un color las ideas que considerás principales y con otro color, las secundarias.
El tiempo histórico no es lo mismo que el tiempo físico, vivido por una persona. Es un concepto construido por los historiadores y muy utilizado en las Ciencias Sociales para interpretar y explicar los cambios y continuidades que viven las sociedades a través del tiempo. Cómo esos cambios y continuidades presentan diferentes ritmos y duraciones, en el estudio de las Ciencias Sociales se utilizan diferentes términos para dar cuenta de ellos. El término acontecimiento hace referencia a un hecho histórico o suceso en sí. Se lo sitúa utilizando la cronología, que es la disciplina encargada del cómputo del tiempo, basada en diversas unidades de medida: años, siglos, milenios, etc. El acontecimiento o hecho histórico da cuenta de una corta duración. Así, por ejemplo, el estallido de la Primera Guerra Mundial o la Declaración de la Independencia de nuestro país, el 9 de Julio de 1816, son ejemplos de acontecimientos o "tiempo corto". Una sucesión de acontecimientos que ocurren con cierto orden, relacionados entre sí, permiten explicar las transformaciones políticas, sociales, culturales y económicas de una sociedad en un período de varios años, se conforma así, un proceso histórico.
Los "procesos históricos" tienen diferentes duraciones y ritmos, incluso varios procesos históricos coexisten o suceden al mismo tiempo. Así, se puede distinguir una duración media o coyuntural, determinada por ciclos de varios años, de una duración larga desarrollan muy lentamente, escapando completamente a la memoria de las personas porque superan, con mucho, su tiempo de vida. Estas tres dimensiones temporales - el tiempo corto, medio y largo - conviven y se superponen unas a otras como si fueran círculos concéntricos. Por otra parte, se pueden distinguir dos formas de estudiar los cambios y las continuidades que desarrollan las sociedades. Una de esas formas es la diacronía que consiste en el estudio de los acontecimientos y procesos, poniendo el foco en los cambios y continuidades, que se producen en una sociedad a lo largo de un período determinado. La otra forma es la sincronía que se refiere a los sucesos y procesos que ocurren simultáneamente, es decir, al mismo tiempo, en lugares distintos.
b. Transcribí con tus palabras las ideas que subrayaste como importantes
c. A partir de lo leído, identificá con los términos "tiempo corto" - "tiempo medio" - "tiempo largo" los siguientes hechos históricos:
- Revolución de Mayo y guerras de la Independencia:
c. A partir de lo leído, identificá con los términos "tiempo corto" - "tiempo medio" - "tiempo largo" los siguientes hechos históricos:
- Revolución de Mayo y guerras de la Independencia:
- Etapa colonial:
-Guerra de Malvinas.
- Elección de los miembros de la Primera Junta Patria el 25 de Mayo de 1810:
d. ¿Qué título le pondrías al texto leído?
actividad 2
a. Leé el siguiente fragmento que forma parte de "Los cuentos de la tía Clementina" de Perla Zelmanovich (2) . En esos cuentos el personaje de Eugenia Ortiz, ya anciana, recuerda charlas que tuvo durante su infancia con su criada negra, la tía Clementina, en los años posteriores a la Revolución de Mayo de 1810.
Carta de presentación
Me llamo Eugenia Ortiz. La semana próxima voy a cumplir 65 años. Nací en Buenos Aires en el año 1809. Por aquella época era común que los niños que pertenecíamos a familias donde no faltaba el dinero fuéramos criados por esclavas negras. Eran nuestras amas de leche y los médicos las recomendaban como las mejores nodrizas. La mía se llamaba Clementina, iy yo la adoraba! En las tardes de verano, cuando el calor se hacía insoportable y todos dormían la siesta, nosotras nos sentábamos debajo del limonero. Allí se nos iba el tiempo volando, hablando y hablando de cosas que pasaban y yo no entendía. Nadie como ella sabía explicarme todo tan bien. Tenía una memoria prodigiosa y además era muy entretenida. Un día me dije a mí misma: "Eugenia, tú no eres Clementina, va a llegar un día en que no recuerdes nada de lo que ella te cuenta. Y si tu no lo recuerdas, ¿cómo podrás contarles estas historias a tus hijos?". Ahí fue cuando me animé y comencé a escribir. Por eso empecé por el principio, poniéndoles un título, y así fue como los llamé: "LOS CUENTOS DE LA TÍA CLEMENTINA". ¿Cuándo y dónde comenzaron estos cuentos? ¡De que empezaron en la ciudad de Buenos Aires, estoy segura! Ahora, cuándo... no lo sé exactamente. Habrá sido allá por 1815, más o menos. Yo tendría seis o siete años.
Recuerdo que por ese entonces la ciudad celebraba unas fiestas muy bonitas. Fiestas mayas, se llamaban, y eran uno de los festejos más esperados por todos. Sobre todo por los chicos! Había, como hoy, Tedéum, formación en la plaza, salvas de artillería. Los niños de las escuelas de la patria nos reuníamos frente a la pirámide para cantar el Himno... A decir verdad, esto no era lo que más me interesaba. ¡Lo más divertido venía después! ¡Cohetes voladores que cruzaban el espacio, fuegos ratifícales que iluminaban mágicamente la plaza, rifas, globos para todos, música, baile! Y después fiestas en las casas... Allá, por esos años, comenzaron las historias...
(2) P. Zelmanovich, D. González, S. Gojman y S. Finocchio. Cuentos de la tía Clementina en Efemérides entre el mito y la historia. Buenos Aires, Paidós, 1998.
Me llamo Eugenia Ortiz. La semana próxima voy a cumplir 65 años. Nací en Buenos Aires en el año 1809. Por aquella época era común que los niños que pertenecíamos a familias donde no faltaba el dinero fuéramos criados por esclavas negras. Eran nuestras amas de leche y los médicos las recomendaban como las mejores nodrizas. La mía se llamaba Clementina, iy yo la adoraba! En las tardes de verano, cuando el calor se hacía insoportable y todos dormían la siesta, nosotras nos sentábamos debajo del limonero. Allí se nos iba el tiempo volando, hablando y hablando de cosas que pasaban y yo no entendía. Nadie como ella sabía explicarme todo tan bien. Tenía una memoria prodigiosa y además era muy entretenida. Un día me dije a mí misma: "Eugenia, tú no eres Clementina, va a llegar un día en que no recuerdes nada de lo que ella te cuenta. Y si tu no lo recuerdas, ¿cómo podrás contarles estas historias a tus hijos?". Ahí fue cuando me animé y comencé a escribir. Por eso empecé por el principio, poniéndoles un título, y así fue como los llamé: "LOS CUENTOS DE LA TÍA CLEMENTINA". ¿Cuándo y dónde comenzaron estos cuentos? ¡De que empezaron en la ciudad de Buenos Aires, estoy segura! Ahora, cuándo... no lo sé exactamente. Habrá sido allá por 1815, más o menos. Yo tendría seis o siete años.
Recuerdo que por ese entonces la ciudad celebraba unas fiestas muy bonitas. Fiestas mayas, se llamaban, y eran uno de los festejos más esperados por todos. Sobre todo por los chicos! Había, como hoy, Tedéum, formación en la plaza, salvas de artillería. Los niños de las escuelas de la patria nos reuníamos frente a la pirámide para cantar el Himno... A decir verdad, esto no era lo que más me interesaba. ¡Lo más divertido venía después! ¡Cohetes voladores que cruzaban el espacio, fuegos ratifícales que iluminaban mágicamente la plaza, rifas, globos para todos, música, baile! Y después fiestas en las casas... Allá, por esos años, comenzaron las historias...
(2) P. Zelmanovich, D. González, S. Gojman y S. Finocchio. Cuentos de la tía Clementina en Efemérides entre el mito y la historia. Buenos Aires, Paidós, 1998.
b. ¿Qué cambios y continuidades encuentras entre las características de la época que relata el cuento y la actualidad? Confecciona en tu carpeta un cuadro como de dos entradas una que diga CAMBIOS y la otra CONTINUIDADES.
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